Populismo

Oferta vs abundancia vs asequibilidad

Hay tres términos en boga, todos relativos a un mismo tema, cada uno asociado a un rango del espectro político unidimensional:

  • Oferta, favorecido por “la derecha”: nuestras angustias económicas son consecuencia de la falta de bienes y servicios y que su producción está constreñida por regulaciones, impuestos y zarandajas de todo tipo.
  • Abundancia, asociado a posturas centristas y que es lo mismo con algún sutil matiz para hacerlo más fácilmente digerible a gentes situadas más a la izquierda. En el fondo, hay cierta relación entre la diferencia entre oferta y abundancia y entre fraternidad y solidaridad. Solidaridad es un reemplazo que se buscó a fraternidad en cierto momento histórico porque el término original tenía cierto olor a incienso.
  • Asequibilidad, que es la aportación de la izquierda uniceja al debate. El término describe la pretensión de que todo sea barato de manera más o menos taumatúrgica y con absoluto desprecio hacia los efectos dinámicos de la fijación de precios.

Scott Sumner, al respecto, ha escrito Output is abundance is affordability, artículo que ChatGPT resume (con mis arreglos) así:

Ética y populismo

Hace un tiempo escribí esto. Allí me refería a la tensión entre las intuiciones morales y las construcciones éticas formales. Y, en la misma línea, también esto.

No hace tanto, Joseph Heath escribió Populism fast and slow, que relaciona el populismo con la capacidad o no de activar el sistema 2 —el popularizado por Kahneman— para resolver esas cuestiones que al sistema 1 se le antojan contradictorias y difíciles de conciliar con el sentido común. De acuerdo con Heath, sería populista un sistema político que confiriese la primacía al sistema 1.

Sobre las disonancias cognitivas del centrismo

Mencioné en una entrada previa una conferencia de Víctor Lapuente a la que asistí recientemente. Resumí el argumento principal, pero dejé en el tintero un asunto al que vuelvo ahora y que motiva una reflexión específica.

Si mi yo de hace unos años hubiese asistido a dicha conferencia, habría salido escandalizado: el ponente incurrió en lo que hubiese tachado de flagrantes contradicciones lógicas. Ya no recuerdo los detalles concretos, pero defendió en momentos distintos una cosa y lo que daba la impresión de ser su contraria.