Política

El progreso, visto por un niño

Hace muchos años, cuando yo era un niño muy, muy pequeño, y volvíamos del pueblo, a veces, generalmente cuando se nos había hecho tarde y ya había anochecido, mi padre tomaba la autopista de peaje, el tramo Gallur-Zaragoza.

Para aquel niño resultaba asombroso tener que pagar —¿me suenan unas doscientas pesetas?— por circular por una carretera. Mi padre —que, de hecho, había trabajado como topógrafo en su construcción muchos años antes— me lo explicó de la siguiente manera:

La parábola de la ventana no rota

La parábola de la ventana rota fue formulada por Bastiat en 1850. La Wikipedia (aquí) la resume así:

Bastiat pone el ejemplo de un niño que rompe el cristal de un comercio. Al principio, todo el mundo simpatiza con el comerciante, pero pronto empiezan a sugerir que el cristal roto beneficia al cristalero, que comprará pan con ese beneficio, beneficiando al panadero, quien comprará zapatos, beneficiando al zapatero, etc. Finalmente la gente llega a la conclusión de que el niño no es culpable de vandalismo, sino que ha hecho un favor a la sociedad, creando beneficio para toda la industria.

Sobre el estudio "Diversidad y libertad: Reducir la segregación escolar respetando la capacidad de elección de centro"

En esta entrada voy a aportar unos comentarios personalísimos al estudio Diversidad y libertad: Reducir la segregación escolar respetando la capacidad de elección de centro recientemente publicado por EsadeEcPol. Con personalísimos quiero decir que como pater familias y con un vástago en edad preescolar, el tema me afecta directamente; como también lo hace indirectamente como miembro más o menos circunstancial de la sociedad a la que se dirige el estudio.

Mi interés por su contenido ha ido menguando según avanzaba en su lectura en la medida de que se ha ido poniendo de manifiesto que no está dirigido ni a mí ni a ninguno de quienes se encuentran en mi situación, sino directa e inequívocamente a las administraciones públicas responsables de las políticas educativas. Es casi como leer una carta de un vecino caída por error en tu buzón.

¿Debería elaborarse un "barómetro à la CIS" entre los "artistas contemporáneos"?

La entrada de hoy versa sobre el siguiente vídeo:

En él, la autora, Paloma Hernández, sigue varias líneas argumentales más o menos entremezcladas, de entre las que rescato la siguiente:

  1. El mundo del arte contemporáneo en España está dominado por ciertas ideologías. En particular, la autora da a entender que entre los artistas contemporáneos que exhiben sus obras en los circuitos habituales en España existe un consenso básico en cuestiones que en la población general son problemáticas: el aborto, los toros, el feminismo, la inmigración, el neoliberalismo, la derecha, la izquierda, etc. Por abreviar, la autora lo identifica con posturas de izquierda.
  2. Que eso es así porque las instituciones que gestionan los fondos de promoción del arte contemporáneo, las que dan acceso a becas, exhibiciones, estancias, etc., están controladas por una estrecha élite que participa de esas ideologías singulares y que las promueven activamente desde sus posiciones de poder. Lo hacen, además, bloqueando el acceso a esos recursos a artistas que no son de su cuerda ideológica.
  3. Que detrás del fenómeno anterior se encuentra la pervivencia del krausismo en España, enquistado en determinados puestos —menciona explícitamente ciertas cátedras de estética— y quienes los ostentan.

Estos argumentos se mezclan, como digo, con otros sobre los que me es mucho más difícil pronunciarme y que no sé siquiera si podré transcribir fielmente a la intención de la autora. A saber:

Kill zones y administraciones públicas

El térmimo kill zone se ha popularizado para describir un fenómeno bastante reciente. Se trata de un vacío de ideas de negocio y de inversiones en un área de la economía que, a pesar de haber sido muy fértil y dinámica en tiempos, se está convirtiendo en un páramo: el desarrollo de productos y servicios muy próximos al área de actividad de los gigantes de internet (Google, Facebook, etc.). El problema es que estos actores, de detectar un modelo de negocio exitoso dentro de su radio de acción, pueden comprarlo por poco precio—en el mejor de los casos— o fusilarlo (i.e., copiarlo) —en el peor— impidiendo así su natural evolución.

Sobre la no supervivencia de Ciudadanos

Vaya por delante que el autor de estas líneas habría emigrado de buen grado a una dictadura cuyos principios rectores fuesen los del programa fundacional de Ciudadanos. Al menos, aquel que se fue desgranando tema a tema en una serie de actos realizados en 2014 (¿2015?) y que constituyeron además la presentación del partido en el ámbito nacional. El autor asistió en persona a uno de ellos, celebrado en el Teatro Goya de Madrid y que formaba parte del ciclo dedicado a las medidas económicas.

Democracia ergódica

Ergódico es un término que se predica de fenómenos en que cabe trasponer sus dimensiones espacial y temporal. Por ejemplo, si todos pasan el 0.5% de su vida con catarro, el 0.5% de la población estaría acatarrada en un momento dado de ser tal mal ergódico. Si lo fuesen las penas de encarcelamiento y el 0.1% de la población estuviese en prisión, uno podría esperar pasar casi una hora al año en el talego.