Filosofía

Platón gana todas las guerras, pero Protágoras todas las batallas

Esta entrada tercia en el conflicto entre Sokal y Latour que el primero —junto a su coautor— describe en Fashionable Nonsense: Postmodern Intellectuals’ Abuse of Science. El libro discute dos grandes discrepancias en dos capítulos distintos del libro, aunque para los efectos de esta entrada, el conflicto relevante es el que se describe en el capítulo dedicado a la sociología de la ciencia.

Voy a comenzar con una breve semblanza de los dos protagonistas. Sokal es un físico conocido sobre todo por el llamado escándalo Sokal. Lo que sucedió, en pocas palabras, es que Sokal envió un falso artículo a una revista de estudios culturales posmodernos sosteniendo un desafuero —que la teoría de la gravitación cuántica es una mera construcción social y lingüística— y consiguiendo que fuese publicado. Pero eso no es lo más importante. Lo más importante es que Sokal tiene una postura muy común entre la gente dedicada a la ciencia según la cual existe una realidad objetiva ahí afuera y que la ciencia la describe en términos exactos e incuestionables.

Ocasionalismo laico

El ocasionalismo es una doctrina filosófica que no encuentra otra solución a que las cosas ocurran que el que esté Dios constantemente causándolas:

Malebranche, in contrast, denied all causal powers to creatures, including the intra-substantial powers endorsed by Leibniz. For Malebranche, even the internal states of a creature are mere occasions for God to bring about the relevant subsequent states. (Fuente)

Todo lo que vemos, según los ocasionalistas, es el resultado de una miríada micromilagros divinos constantes.